Mitos sobre cómo se crean las arrugas
¿Preocupada por si lo que haces puede generarte arrugas? en este artículo derribamos cada uno de los mitos que nos han hecho la vida imposible, incluso llevándonos a la paranoia.
Desde las afirmaciones más probables hasta las más insólitas, en nuestra vida hemos tenido que convivir entre verdaderos y falsos sobre las causas que provocan la aparición de las arrugas.
Sin embargo, en este artículo estoy dispuesta a derribar cada uno de esos mitos que nos han hecho la vida imposible, incluso llevándonos a la paranoia.
La información que circula a diario puede guiar a las personas a interpretaciones equivocadas sobre cómo se generan las arrugas.
¿Qué son las arrugas?
Antes de comenzar a derribar los mitos sobre las arrugas, debemos tener bien en claro qué son. Por un lado, debemos dar cuenta de su carácter «natural», producidas por el propio envejecimiento etario (aunque también existen mitos con respecto a esto que develaremos más adelante).
El término especializado para nombrar las arrugas que se producen por envejecimiento se denominan en la medicina como «ritidosis».
Las arrugas consisten en líneas, que pueden ser finas o más pronunciadas, de acuerdo a la persona, y pliegues que se conforman sobre la piel, sin distinguir la zona. Aparecen tanto en el rostro, como en el cuello, manos y brazos.
No tienen una estructura repetitiva y pueden aparecer de manera aleatoria por cualquier parte del cuerpo.
Las arrugas se producen naturalmente sobre nuestra piel, aunque hay hábitos que pueden aumentarlas.
Pero ¿cómo algunas personas tienen más arrugas y otras personas menos arrugas? Bueno, pues el hecho de que sean naturales, no quita que puedan ser modificadas. Primero, la genética es un factor importante, pero también lo son los diferentes hábitos que tenemos en nuestra vida cotidiana.
Ahora que ya tienes en claro qué son las arrugas y la terminología médica, prepárate para descubrir los mitos sobre ellas.
Mito 1: Si evito las expresiones faciales, tendré menos arrugas
Mucho se habla sobre esta cuestión. ¿Acaso si evito todas las expresiones faciales lograré un rostro mucho más liso? A pesar de que esto puede llegar a ser muy complicado de alcanzar (¡imagínate una vida sin reírte!), lo cierto es que las arrugas serán inevitables.
Lo que sucede en estos casos es que el aspecto distante de la piel (es decir, vista a una larga distancia), puede parecer libre de arrugas, sin embargo, si te acercas al rostro, por ejemplo, de esa persona verás que en su piel conviven distintos pliegues y marcas de expresión.
Además, pregúntate: ¿Dejaría de sonreír y tener estímulos instintivos solo por no tener arrugas? Tal vez convenga más otro tipo de solución, que veremos más adelante.
Tampoco culpes al hecho de sonreír por las arrugas que te puedan salir. A su vez, tampoco creas cien por ciento a las personas que dicen no sonreír para no tener arrugas, ¡pueden también estar utilizando otros métodos!
Diferentes artículos médicos dan evidencia de que las arrugas se producen debido a la pérdida de colágeno y también la deficiencia de hierro en el organismo. Esto, inevitablemente, se produce debido al paso del tiempo y su consecuente envejecimiento.
No obstante, como sabes, existen diferentes mecanismos y técnicas para evitar las arrugas y lucir un rostro más jovial. Ahora, ¿son ciertas o falsas? Estamos pronto a descubrirlo.
Mito 2: Mis padres tienen muchas arrugas, yo seré igual que ellos
Como te dijimos en la introducción de este artículo, las arrugas muchas veces tienen que ver con la genética, es decir, tu linaje e historia familiar. Pero ¿es realmente un factor tan determinante? Te sorprenderás al saber que no.
Tomando el caso de este enunciado (si tus padres tienen arrugas, tú también las tendrás) suena casi catastrófico pensar que seremos iguales a nuestros padres. Ponte a meditar por un segundo, ¿tienes el mismo carácter que ellos?, ¿las mismas afecciones?, ¿la misma actitud? ¡De seguro que no!
Por tales motivos, la genética no significa una clonación de un cuerpo a otro, entonces, en ese sentido, comprendemos que no es probable tener las mismas arrugas que nuestros progenitores.
Ivona Percec, médica especialista, comenta lo siguiente en relación con este asunto:
Cuando hablamos de arrugas, hay otros factores que impactan mucho más que la genética. Por ejemplo, nuestros hábitos personales y cotidianos.
Mito 3: Con una rutina de cuidado de la piel antiarrugas, eliminamos las arrugas
¡Quien tenga el secreto para lograr una piel perfecta que arroje la primera piedra!
Las rutinas de cuidado de la piel son muy particulares para cada persona. Lo que a alguien de tu familia o amistad le funcione, puede que para ti no sea el tratamiento ideal.
Lo cierto es que, si bien las rutinas de cuidado de la piel, son necesarias, no determinan el hecho de evitar las arrugas en la piel.
Las rutinas de cuidado de la piel tienen que ver principalmente con la prueba y el error. Probar tal producto y ver si es útil o no para tu piel, ya que cada una es un mundo.
Esto quiere decir que, aunque existan productos en el mercado específicos para el tratamiento de arrugas, puede que a ti no te funcione sin que eso signifique que «haya algo malo con tu piel». Simplemente, es diferente.
De cualquier forma, tener una rutina antiarrugas puede beneficiar a largo plazo. Por ello, algunos consejos a continuación:
- Usa productos que contenga en sus ingredientes principales al retinol, ya que su fórmula es muy buena para apaciguar las arrugas.
- Prueba los productos con paciencia. No esperes cambios inmediatos.
- Si un producto te funciona y ya te ha hecho resultado, continúa utilizándolo, si abandonas la rutina, puede que observes resultados adversos.
Recuerda siempre consultar a tu dermatólogo de confianza.
Mito 4: Los tratamientos para eliminar las arrugas son muy costosos
Comúnmente escuchamos que los tratamientos para deshacernos de las arrugas cuestan mucho y que implican un gasto que, para muchas personas, se puede presentar como innecesario.
En el mercado actual, existen muchísimos tratamientos para las arrugas. La popularidad del deseo de eliminar las arrugas, ha hecho que científicos y médicos trabajen a la par para crear los mejores resultados.
Pero la clave está en buscar lo que se adapte a ti e interiorizarte en los tratamientos y técnicas estéticas de antiarrugas existentes.
Imagínate que estás gastando fortuna en cremas antiarrugas que, hasta la fecha, no te han dado ni buenos ni malos resultados. Si esa fuera tu situación, tal vez lo mejor sería invertir en un tratamiento más complejo.
De otro modo, si tienes un set de cremas que sabes que te funcionan y su costo es mucho menor a un procedimiento más invasivo, pues entonces, todo está dicho.
Mito 5: La hidratación es suficiente para evitar la aparición de arrugas
Hidratar nuestra piel es algo que no debemos dejar de lado en cualquier rutina de cuidado de la piel. Sin embargo, no es suficiente si lo que queremos es eliminar las arrugas.
Las cremas hidratantes y todo tipo de método que se utilice para evitar la sequedad en nuestra piel son regularmente confundidas con funcionar también para evitar las arrugas.
Explica Ivona:
Cuando te aplicas hidratante, este logra que la piel se mantenga humectada. Es posible que tus arrugas sean menos visibles, pero solo se trata de algo superficial. No previene las arrugas.
Tu rutina de cuidado antiarrugas estará completa con hidratante, pero sin dejar de lado los productos específicos para evitar esta afección.
Mito 6: El protector solar para combatir arrugas solo hay que usarlo cuando el día está soleado
Sabemos que los rayos solares es uno de los tantos motivos que afectan la piel no únicamente provocando la aparición de arrugas, sino también produciendo enfermedades cutáneas.
Muchas personas creen que el protector solar solo es útil cuando cuando el cielo está despejado y el sol impacta directamente sobre nuestra piel. Sin embargo, esto no es exactamente así…
Cuando las nubes opacan al sol, este sigue detrás de ellas. Es decir, no es que el sol «desaparece», sino que se esconde detrás de las nubes, por lo tanto muchos de sus rayos siguen traspasando, lo cual permite que, inclusive en un día nublado, estos puedan producir daños.
El protector solar no te protege únicamente de posibles enfermedades de la piel. A su vez, es la manera más efectiva de evitar la aparición acelerada de las arrugas.
El protector solar anula el impacto de los rayos solares sobre la piel, siendo los más dañinos los denominados «UV» o ultravioletas. Además, le permite a tu piel recuperarse de otros problemas futuros en la piel.
No únicamente es necesario utilizar una loción con protección solar, sino también gafas de sol, ya que la zona alrededor de los ojos puede verse afectada por los rayos UV.
Pero no esto no es lo único. El poder de los protectores solares actuales, que ya tienen incorporada la más última tecnología, no solo protegen de los rayos UV, sino también de la luz azul que emiten las pantallas de computadores, teléfonos móviles y tablets.
Inclusive, existen algunas lociones que protegen de la polución y la contaminación ambiental.
Para elegir tu protector solar ideal y perfecto para ti, debes tener en cuenta tu tipo de piel (ya que algunos se encuentran clasificados de tal forma) y que contenga toda la protección necesaria, principalmente contra rayos UVA y UVB.
Los antioxidantes también son grandes aliados para prevenir las arrugas, así que, antes de comprar un protector solar, puedes verificar si posee este atributo.
Si no utilizas protector solar, tu piel se puede ver severamente dañada y con afecciones que muchas veces no tienen retorno. Procura prevenir siempre utilizando una loción, spray o gel protector de tu confianza. Siempre que tengas dudas, consulta con tu dermatólogo o dermatóloga.
¿Qué te han parecido estos mitos? ¿Sabes alguno que no esté incluido aquí? ¡Te leemos en los comentarios!